Tengo la medida exacta de tus manos en mi cintura; cuando suena la música, bailamos. Nos adentramos en ese hálito de vida, no me importa estar descalza, puedo sentir flotar mis pies en los tuyos. Toco tu nuca, vuelve la magia y siento mis brazos temblar. Ruedo y ruedo…. rodamos sin límite al infinito. La curva, donde se palpan los sueños. © Blanca |
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